Entre las 3 y 4
comienzas con tus lamentos
miedos y fobias de sábanas
que en los míos hallan eco.
Si un abrazo ciego no basta,
intuyo un beso hacia tus labios
que tu respiración delata.
Y antes que la ciudad
huela a pan tostado y agua hervida,
intercambiamos confesiones
en la oscuridad cómplice,
balbuceos descifrables solo
para los que temen,
y lloran
juntos.
juntos.
champion
ResponderBorrarComo siempre Seco... el mejor en lo que haces gaiio sigue así...
ResponderBorrarLa vieja fortaleza nocturna. De a dos, siempre se desangra en luz.
ResponderBorrar:)
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