20 de junio de 2013

Diariamente

Las personas cultivamos arrugas como las de los diarios. Al principio, nos doblamos en dos, y ese es el espacio que ocupamos. Después, ya no en dos, ni por una línea recta ni definida, sino que nos doblamos por ese conjunto de marcas que nos defina más, por esa marejada de surcos que son las cosas que nos han ido pasando. Nos achicamos, nos sacan jirones, nos enganchamos en las esquinas y nos rajamos como chaleco hilachento. Tenemos impresos los datos y eventos que consideramos relevantes y que nos negamos a dejar ir. Ya de un rato a otro, nos ven sentados, o también andando a fuerza del viento de la costumbre, o arrancando para no ser despedazados por la lluvia de turno. Ya cerca del final, cuando la textura pierde su consistencia y su retención, terminamos haciendo cualquier cosa, cosas que jamás nos hicieron prever que terminaríamos haciendo, como secando el piso, que se manchó de lágrimas, o envolviendo cosas muertas como ánforas, o risas.

18 de junio de 2013

Punto de Fuga

A veces me reduzco
a ese punto,
se me secan las palabras,
se me abren los silencios,

me reduzco a ese punto,
soy ese lunar
no necesito ni que me hablen
ni que me pasen a ver
ni que me rieguen seguido.

se me secan las palabras
soy esa peca, esa mancha,
otra irregular maravilla cutánea
déjenme ahí, adherido y callado
que solo saldré los domingos
para preparar el te,
tender la ropa en la tarde
y devolver la pelota a los chicos del pasaje,
no molestaré.

se me abren los silencios,
y adentro, cabe todo lo demás
todo lo que sobra,
todo lo que queda,
todo lo que escogimos no decir
todo lo que no sabemos decir,
ahí dentro, ese silencio
extraño y familiar.

soy ese punto
en la conversación
"después te digo",
y nunca lo hago
me guardo secretamente
una basurita del camino o del lugar
que no sea ni tan relevante,
ni tan insignificante,
para llegar al recuerdo sin necesitarla
ni sin obviarla.
Como esa basurita,
así el "después te digo",
que nunca hago
me guardo secretamente
esa interrupción que no hice.

soy ese punto,
que junto a otro punto,
hacen una recta,
que junto a otra recta,
hacen el punto de fuga
son pretensiones geométricas
que nada tienen que ver
con converger,
y tener que ver.

4 de junio de 2013

Ficción

¿Crees que puedes hacer ficción con todo? La elocuencia de una bisagra, y a veces la de un mimo con mucho que decir. La normalidad se interrumpe, y lo veo en los libros que se dejan de leer, en las llamadas que se dejan de hacer. En esa puntualmente sagrada y sagradamente puntual capacidad de saber sabotearse. Hay que saber hacerlo, hombre. Y no digo que yo lo sepa. Pero puta que hay que saber... saber cuando callarse, cuando decirlo y cuando dejar de dar y recibir importancia. Pero, ¿se esconde alguna planta cuando recibe mucho sol? Se quema. O se adapta, sí. Más prefiero compararme con un perro callejero, que nunca estando perdido pero siempre dando la idea de que sí (idea de que sí, idea de que no), te sigue las cuadras que te faltan. ¿Es esa tu ficción? ¿Es por eso que te lo preguntas, realmente? ¿O es porque vas llegando al fin de la página y quieres cerrar la idea? ¿Vas a cambiar de página y seguir, y ver qué pasa? ¿Crees que puedes hacer ficción con todo? Te equivocas.