30 de abril de 2013

Su puesta lucidez

Recuerdo el sabor del día, recuerdo haber dicho una vez, estoy bien, éste soy yo pensando. El día anterior me había dolido la muela, y ese día ya no tenía nada. La simple ausencia del dolor físico me llevó a lo más alto de lo que dicen llamar lucidez. No he dejado de hacerlo desde entonces. Decirme que éste soy yo pensando. Me lleva un rato convencerme. Una vez convencido, ya no estoy tan lúcido.

Del día siguiente a ese, no recuerdo nada. ¿Qué lucidez es esa?

23 de abril de 2013

Tejedora

Envidié a la diminuta araña que flotaba suspendida solo gracias a un largo hilo. Imagino que tejió lo suficiente como para, desde el borde de una cornisa, lanzar su invención al aire y dejarse arrastrar por fuerza propia. No tengo pruebas para esto que vi. La araña tampoco.

15 de abril de 2013

En algún punto

En algún punto entre una canción de Radiohead y una página de Rayuela, bordeé lo sin nombre. Eso donde la mayoría abandona el vuelo, o suelta el libro, o lo cierra, o echa a llorar, me vi sin palabras y me incliné hacia la ventana. La micro dando el giro hacia el lado opuesto a mi ventana logra un paneo cinematográfico de la esquina sin nombre. Me flaquean las piernas. Epifanía corta y depresiva. Majestuosa y necesaria. Generosa, pero vil. Es algo totalmente sensorial, y al mismo tiempo no lo es, porque todo esto me cae desde una repisa que tenía los tarugos malos. Malos, conceptualmente hablando. Me esforcé en retenerlo y ahora me acuerdo de la sensación. Es como querer volver a entrar a ese sueño que dejaste en la mitad de la noche. Me acuerdo de la sensación porque es lo único que va a quedar.