17 de octubre de 2012

Caminar de la mano

También caminé de la mano,
esas dos cuadras donde compro pan,
nos contábamos chistes fomes
total, nos reíamos igual
ando con lo justo, le decía y me creía
me sonaban las chauchas al palmear
y yo, sádico, disfrutaba esa cara de
'no me van a comprar na'

Y caminé de la mano, también
la vuelta a casa, me acuerdo
se me apretaba al cuchara
porque puta que era feliz.
Ahora me pregunto de qué sirve
haberse parado en la vereda antes de cruzar
si el tiempo no tiene mejillas por donde se le pueda tomar
aunque espontáneo haya sido el beso,
todo lo demás se va.